pensamientos

Hay sol, hay frío. Hay estufas prendidas y persianas bien levantadas para dejar pasar esos rayos que lo iluminan todo. Hay otoño y hay invierno. Hay hojas secas que van cayendo y hay vientos helados que te hacen querer quedarte en tu cama tapada hasta la nariz con las frazadas.
En mi también hay dos tipos de sentimientos. Hay felicidad y hay angustia, las dos sensaciones se van entremezclando todo el tiempo sin dejarme reaccionar. En mi hay ganas de salir a ver el sol y de caminar por mi barrio escuchando música, pero hay ganas de quedarme en mi casa, en mi cama leyendo algún libro de la pila enorme que hay en la pieza de mi hermano y que están esperando ser leídos por alguien. En mi hay ganas de reir sin parar por nada, esas sonrisas que se salen solas cuando estamos contentos. Pero también hay ganas, no de llorar, pero de meditar las cosas seriamente, como lo hacemos cuando estamos medio deprimidos. En mi hay ganas de ver el lado positivo de las cosas, pero también hay ganas de ver el lado negativo para intentar cambiarlo.
Quizás haya que balancear las cosas. Quizás la vida es un gran balance. Ni blanco ni negro, quizás los grises sean los colores adecuados. Es tiempo de empezar a mantenerme en los grises, los extremos nunca son buenos.
Quizás me tire un rato en mi cama y después salga a caminar. Eso se definiría como gris. Si, definitivamente eso sería un buen gris.