mirar hacia dentro

Es tan fácil ver las cosas en los otros. Es tan fácil dar consejos cuando los problemas no son propios. Me volví una experta en aconsejar, en realidad siempre lo fui. Siempre me gustó que la gente me contara sus problemas, así yo encontraba soluciones, o sólo daba mi punto de vista como persona alejada al problema. Siempre sirve que una persona ajena te dé una opinión porque te dice cosas que nunca pensaste.
Y así soy yo. Siempre escuchando, siempre opinando, pero nunca contando. Nunca cuento nada, las cosas me las tienen que sacar con mucho esfuerzo. Quizás es porque nunca quiero hacer reflexiones sobre mi, quizás porque sé que hay cosas mal y no me animo a cambiarlas, o me da miedo. Son esas cosas que no entiendo de mi persona. Algún día tendré que resolver mis propios problemas.
Mientras tanto acá estoy, sentada frente a la pc volcando todo en este espacio en blanco (cosa que me acostumbré a hacer), esperando que alguien lo lea y se identifique. Esperando que tan sólo por escribir acá lo que hay dentro mio se esfume de mi mente. Pero obviamente no es así, nunca es así. Las cosas nunca son tan fáciles.
Una lástima, porque seríamos todos más felices. O quizás no, el ser humano siempre tiende a complicarse la vida. Terminaríamos por encontrar algo por qué preocuparnos. Es lo que se llama "la naturaleza humana".