una vez más en menos de una semana: lisandro, yo y la felicidad misma

Si. Otra vez Lisandro Aristimuño. Otra vez salí feliz y descubrí lo hermoso de verlo y escucharlo mientras estás sentada en el pasto, con el cielo de testigo (no había estrellas porque estaba nublado), con ese invernadero de cactus que era muy lindo. La poesía no se quedó atrás... fue un día perfecto, cantó las canciones que debía cantar y como debía cantarlas.
Todo perfecto, todo. Todo feliz, todo.
Y volvi a mi casa y no me pude dormir (como pasa últimamente). Y me desperté hoy y escuché a Lisandro mientras bailaba en mi habitación recordando el día de ayer.
La música entre árboles suena mejor.