feriado

Los feriados nunca son mis días favortios del año. Ya no. Cuando era más peque e iba a la escuela era genial tener un feriado que cayera en el medio de la semana para perder días de clase y quedarme durmiendo hasta el mediodía. Ahora en esta etapa facultativa ya no es tan importante el feriado, y por dos motivos: el primero, casi siempre caen en días en que no curso nada; el segundo, si caen en algún día de cursada tengo que recuperar la clase otro día, así que no tiene demasiado sentido.
Además en los días feriados la gente no sale a la calle, es como un domingo más extremista. No entiendo por qué la gente no camina por las calles los domingos, si es un día como cualquier otro. Quizás todos se deprimen los domingos, o quizás todos quieren dormir siestas después de un gran almuerzo familiar.
Pero hace exactamente un año no fue un feriado como cualquier otro. Fue uno de los mejores días del año 2007. Nevó en Buenos Aires y eso lo dice todo. Hubo personas caminando por la calle, con sonrisas de oreja a oreja, tan abrigadas como podían. Personas sacando fotos, vecinos hablando con vecinos, chicos jugando con la nieve y mirando hacia arriba para que el aguanieve les diera directamente en la cara mientras no podían dejar de sonreir. Hace exactamente un año yo fui feliz un feriado. Yo salí a sacar fotos, a caminar un poco, mientras me convertía en una más de esas personas que sonreían mirando hacia arriba. Esas son cosas que no se olvidan fácilmente.
Y hoy... hoy es feriado, hoy no hay gente en la calle, hoy pasé todo el día haciendo nada porque no tenía ganas. Hoy hay niebla afuera, y no me gusta la niebla. La niebla deprime. Y hoy fue un día feriado y con niebla. Una mezcla muy deprimente para mi gusto. Y no hay chances de que nieve.